jueves, 22 de mayo de 2008

Bicentenario en Argentina ¿2010 ó 2016?

La ilustración da cuenta de dos edificios históricos que simbolizan las dos fechas en debate:
- El Cabildo de la Ciudad de Buenos Aires por el 25 de Mayo de 1810
- La Casa de Tucumán por el 9 de Julio de 1816


A casi 200 años del primer gobierno patrio, puertas adentro de la Argentina quedan cuestiones sin resolver. Algunas, tan viejas como la historia. Otras, más vinculadas a la especulación o a la oportunidad política que a su proyección en el tiempo como hitos trascendentales.
Se trata de un punto de encuentro, pero que remarca las divergencias y, de esa manera, ayuda a determinar nuestra identidad.
La Argentina ha puesto énfasis en el 25 de mayo como fecha central de la celebración del Bicentenario patrio. Así ocurrió también en 1910, con mucha pompa y presencia Real española. Y todo indica que del mismo sucederá ahora, aunque con objetivos finales mucho más enfocados en la planificación de un “proyecto de país”, a diferencia de lo ocurrido en el siglo pasado en el que fue solamente fasto y festejo porteño.
Sin embargo, cuando el tema fue propuesto en Buenos Aires por el escritor y político Rodolfo Terragno la apuesta fue a conmemorar toda una década independentista en el continente, y no solamente una fecha en particular.
Está claro que no puede asignarse a sólo un día y a un hecho puntual la carga simbólica de nuestra independencia y constitución como Nación libre y soberana.
El sano debate que ha abierto en torno al tema la Secretaría de Cultura de la Nación es útil para abordar, también desde esta óptica, el modelo de país que tenemos y el que queremos 200 años después de las luchas por la libertad.
Encuentros y desencuentros
Un lector de MDZ, Marcos Adrián Poppi, envió un artículo en la que cuestiona la elección del 25 de mayo como fecha iconográfica para esta celebración.
Nos pareció que se trata de un interrogante oportuno, interesante y valedero, que pone en debate no solamente el relato de los hechos históricos de acuerdo a qué historiador lo formula, sino que además le da un nuevo vigor a un tema que, 200 años después, no tiene solución: el enfrentamiento entre Buenos Aires y el resto del país, a lo que mal se llama “el interior”.
Buscamos un punto de encuentro alrededor de esta propuesta. Y por ello tratamos de reunir virtualmente a especialistas y protagonistas en la materia. Hablamos con Guillermo Elizalde, miembro del Capítulo Mendoza del Comité del Bicentenario, recogimos la apuesta del lector Poppi y buscamos las voces de expertos y protagonistas, como son el secretario de Cultura de la Nación, José Nun y el escritor Nicolás Casullo.
En la búsqueda de esas voces, encontramos un artículo del ensayista Nicolás Casullo, que anticipa que el tema, más que para ayudar a un reencuentro, servirá para dejar en claro la coexistencia de posturas y visiones diversas y tal vez de países distintos, bajo una misma bandera.
Al escribir sobre el Bicentenario en la revista Caras y Caretas, Casullo adelanta que “sobre el Bicentenario se irán precipitando paulatinamente los planteos políticos y culturales con que los distintos poderes de la Argentina buscarán dar cuenta de lo que para cada uno de ellos es el país”.
Agrega que “a la vez, las mismas festividades del Bicentenario servirán para que el debate y la confrontación ideológica, histórica, las discursividades sobre las dispares y encontradas memorias del pasado, y las retorizadas programáticas hacia los futuros entren al ruedo a explicitarse, a hacerse oír. Nuestra imprevisible actualidad sin duda hará presente su escena estelar”.
Es el secretario de Cultura de la Nación, José Nun, quien coordina las actividades oficiales de la conmemoración patria. Fue él quien dio el disparador del debate al presentar los objetivos del Comité del Bicentenario.
Sostiene que “el mayor objetivo al que podemos aspirar es que, en 2010, alguien nos pregunte: ´Bueno, ¿dónde está el proyecto nacional?´, y nosotros podamos responderle: ´Este día de fiesta es un día de celebración de nuestra independencia, de todas las cosas buenas hechas en el siglo que pasó y, sobre todo, del proyecto nacional que se ha venido desplegando en estos últimos cinco años´. Este es el proyecto nacional: las escuelas, la justicia social, la prosperidad económica, el respeto por los derechos humanos, la concientización y la identidad nacional de toda la población, la disminución de la desigualdad, la consolidación de la democracia”.
La hegemonía porteña
Lo que llevó al lector Marcos Poppi a plantear el debate es, en realidad, la fecha elegida y no cuestionar los objetivos finales del proyecto de conmemoración oficial. ¿Por qué 1810, con algo más “porteño que nacional”, y no 1816, que recuerda un acto que contó con la activa participación de las provincias?
Poppi plantea: “Es indiscutible que el 25 de mayo del 2010 se cumplirán 200 años de lo que hoy conocemos como Revolución de Mayo. Ahora bien, ¿estamos en presencia del Bicentenario de la Nación?, ¿es el Bicentenario de la República?. Yo creo que no y sin lugar a dudas no es el Bicentenario de la Independencia”.
Agrega luego que “miles de especulaciones y paralelismos se podrían hacer en relación a los distintos significados de estas dos fechas patrias y la Argentina actual. El 25 de mayo se festeja más en Buenos Aires que en el Interior y el 9 de Julio se festeja más en el Interior que en Buenos Aires. Y de estas diferencias surgen algunos de los grandes problemas de la Argentina actual”.
En Tucumán, lugar en donde se firmó la declaración de la Independencia en 1816, un legislador planteó que poner énfasis en el 25 se trata de una “primoreada de los porteños”. Jorge Mendía, tal su nombre, afirmó que “es lamentable que los dirigentes de Buenos Aires tengan una idea bastante egoísta de la celebración del Bicentenario. Entre un 25 de mayo y un 9 de julio, la idea confusa que nos transmite Buenos Aires es que la diferencia de tiempo es mínima y más confuso y equivocado aun es transmitir a la República Argentina que la fecha del Bicentenario de la Independencia debe celebrarse un 25 de Mayo de 2010 y nuevamente un 25 de Mayo de 2016”.
Poppi, nuestro lector y polemista, agrega a lo que dijo el diputado tucumano que “las Provincias, no tienen disposición de recursos ni toma de decisiones como para decidir autónomamente de la Nación el camino que quieren seguir en aspectos locales".
"Tenemos -dice- un poder nacional históricamente hegemónico y centralista, que nos somete a las decisiones sin saber las realidades particulares de cada región. La Capital Federal, siempre se ha mirado el ombligo y el resto de la Argentina lamentablemente tiene que mirar hacia Buenos Aires”.
La década independentista
Guillermo Elizalde integra el Capítulo Mendoza del Comité del Bicentenario. Aquí, ya se han realizado debates con la presencia de actores políticos y sociales.
Sostiene que “no es que se conmemore sólo el 25 de mayo, sino que es una fecha simbólica; pero el espíritu de este trabajo que se está haciendo a lo largo y ancho de todo el país es conmemorar toda una década independentista que se dio no sólo en Argentina, sino en gran parte del continente”.
Elizalde agrega que “esta iniciativa tiende a constituir un espacio en donde los máximos responsables de los poderes del Estado, las organizaciones sociales, culturales y económicas, puedan disentir y concordar en líneas de acción, que trascienda la coyuntura y el cortoplacismo que limita el encuentro de grandes soluciones para los grandes problemas que aquejan a los argentinos en general y a los mendocinos en particular”.
La propuesta y la polémica
Con fidelidad a su iniciativa de poner el asunto sobre la mesa, dejamos para el final la voz de Marcos Poppi, quien propone que “si realmente queremos construir un país en serio, con una identidad propia, debemos darle la importancia que cada fecha se merece. Que no se interprete esto como un argumento en contra de los festejos del 25 de mayo, sino como un argumento de que la fecha del festejo del país es el día de la Declaración de su Independencia”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tristeza es la que se siente ante este Bicentenario. No tenemos patrimonio, todo se ha vendido, no se recuerdan las fechas patrias, no existen los calendarios escolares,no tenemos ni marchas patrioticas y, nuestros símbolos patrios lucen sucios y sin color al tope de los mástiles, el escudo no se reconoce,y el Himno hasta se quiere cambiar su ritmo¡ ni que hablar de la soberanía cuando una tranquera impide el paso de un ciudadano porque el lugar ha sido vendido por el gobierno de turno y ese lugar es patrimonio nacional Es nuestro!!!!!Hay que poco tenemos que festejar y que verguenza siento ante nuestros próceres queridos a los cuales también se quieren cambiar. No conozco Nación en el mundo que se asemeje a la nuestra teresa

Unknown dijo...

Saludamos por la iniciativa de este espacio... somos del interior del Pais...hay una discusión de cual es el Bicentenario..de la Patria...somos la mayorías de Tucuman... nos gustaría saber mas...gracias saludos..desde la Organización Guardianes de Peron

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